A las 12:50 h del lunes 7 de octubre de 2025 se ha producido el hundimiento de varios pisos en un edificio en obras situado en pleno centro de Madrid. Según informan los principales medios nacionales, cuatro trabajadores permanecen desaparecidos.



Estos forjados, más ligeros y menos rígidos, presentan una elevada vulnerabilidad frente a intervenciones agresivas, en particular aquellas que implican aumento de cargas permanentes, sustituciones parciales o modificaciones sin considerar adecuadamente el conjunto estructural. Su comportamiento depende en gran medida de la interacción con tabiques, pavimentos y elementos secundarios, lo que dificulta su evaluación mediante criterios normativos actuales, pensados para estructuras modernas de hormigón armado.
Este nuevo caso ilustra una cuestión de fondo:
Las estructuras de los edificios existentes no pueden tratarse como si fueran nuevas. Requieren una lectura específica de su tipología, materiales y vulnerabilidades, así como una metodología de intervención compatible con su lógica constructiva. La seguridad estructural del patrimonio edificado depende, en gran medida, de reconocer y respetar su coherencia original. Cada siniestro como este debería servir para recordar que la prevención no reside solo en el cumplimiento de la normativa, sino en la comprensión estructural profunda de lo existente.
A las 3:00 de la mañana de hoy, 8 de octubre, los servicios de emergencia rescataron el cadáver del cuarto de los desaparecidos. Ha habido un total de cuatro trabajadores fallecidos, tres obreros de la subcontrata que realizaba la demolición y la arquitecta de la empresa.
Este siniestro vuelve a poner de manifiesto un patrón que se repite: Los colapsos estructurales en España no se producen en edificios de nueva planta —aquellos a los que se orienta la totalidad de la normativa actual—, sino en construcciones existentes sometidas a obras de reforma o rehabilitación que no contemplan su lógica estructural original. Muchas veces por falta de información y de formación.
La legislación vigente, centrada en la edificación nueva, resulta insuficiente para abordar la complejidad de las estructuras heredadas, especialmente cuando las intervenciones tienden a ser cada vez más intrusivas y agresivas (para proporcionar aislamiento térmico y acústico, nuevas instalaciones, etc).
El edificio siniestrado, situado en la calle Hileras nº 4, a escasos 200 metros de la Plaza Mayor, fue construido en 1965. Hasta fechas recientes se destinaba a oficinas y despachos, y actualmente estaba siendo reconvertido en hotel, en el marco de una reforma integral de su interior. El edificio llevaba varios años cerrado a excepción del sótano que se utilizaba como parking.
La legislación vigente, centrada en la edificación nueva, resulta insuficiente para abordar la complejidad de las estructuras heredadas, especialmente cuando las intervenciones tienden a ser cada vez más intrusivas y agresivas (para proporcionar aislamiento térmico y acústico, nuevas instalaciones, etc).
El edificio siniestrado, situado en la calle Hileras nº 4, a escasos 200 metros de la Plaza Mayor, fue construido en 1965. Hasta fechas recientes se destinaba a oficinas y despachos, y actualmente estaba siendo reconvertido en hotel, en el marco de una reforma integral de su interior. El edificio llevaba varios años cerrado a excepción del sótano que se utilizaba como parking.
FACHADA DEL EDIFICIO ANTES DEL COLAPSO. FUENTE: LA EMPRESA PROMOTORA

SITUACIÓN DEL INMUEBLE, A 200 METROS DE LA PLAZA MAYOR. MADRID.
Según los datos catastrales, el inmueble ocupa una parcela de 1.070 m² y cuenta con 6.745 m² construidos, distribuidos en una planta de sótano y seis alturas sobre rasante (planta baja más cinco), con una planta adicional interior en la zona posterior de la parcela.
Desde el punto de vista estructural, se trata de un edificio con muros de carga perimetrales y pilares interiores, y forjados característicos de los años sesenta, anteriores a los sistemas monolíticos de hormigón armado habituales en décadas posteriores.
Desde el punto de vista estructural, se trata de un edificio con muros de carga perimetrales y pilares interiores, y forjados característicos de los años sesenta, anteriores a los sistemas monolíticos de hormigón armado habituales en décadas posteriores.
El colapso se ha producido cuando la cubierta estaba sobrecargada por acopios y escombros, se había demolido la tabiquería interior y cuando se estaba hormigonando sobre una planta de piso para hacer un recrecido para instalaciones y capa de regularización de solado (se aprecia en las imágenes la maquinaria de amasado y bombeo de hormigón que se estaba utilizando).

PARCELARIO CATASTRAL

VOLÚMENES EDIFICADOS DENTRO DE LA PARCELA
Estos forjados, más ligeros y menos rígidos, presentan una elevada vulnerabilidad frente a intervenciones agresivas, en particular aquellas que implican aumento de cargas permanentes, sustituciones parciales o modificaciones sin considerar adecuadamente el conjunto estructural. Su comportamiento depende en gran medida de la interacción con tabiques, pavimentos y elementos secundarios, lo que dificulta su evaluación mediante criterios normativos actuales, pensados para estructuras modernas de hormigón armado.
Este nuevo caso ilustra una cuestión de fondo:
Las estructuras de los edificios existentes no pueden tratarse como si fueran nuevas. Requieren una lectura específica de su tipología, materiales y vulnerabilidades, así como una metodología de intervención compatible con su lógica constructiva. La seguridad estructural del patrimonio edificado depende, en gran medida, de reconocer y respetar su coherencia original. Cada siniestro como este debería servir para recordar que la prevención no reside solo en el cumplimiento de la normativa, sino en la comprensión estructural profunda de lo existente.
Revisión a las 24 horas del accidente:
A las 3:00 de la mañana de hoy, 8 de octubre, los servicios de emergencia rescataron el cadáver del cuarto de los desaparecidos. Ha habido un total de cuatro trabajadores fallecidos, tres obreros de la subcontrata que realizaba la demolición y la arquitecta de la empresa.
Algunos medios han avanzado las posibles causas del colapso. Realizaremos algunas precisiones técnicas:
Las imágenes difundidas por la Policía y los bomberos (algunas de ellas realizadas con drones, así como las existentes en la página web de la empresa promotora de la obra), permiten identificar perfectamente la estructura. Ha colapsado un único paño de 45 m2 de forjado (el 7º forjado, de cubierta y techo del 5º piso), en vertical, desde la cubierta hasta el terreno en el sótano. Es el mismo tipo de colapso de forjados "de arriba a abajo, en cadena" que sucedió en Madrid en septiembre de 2018 causando la muerte de un trabajador (obras del hotel Ritz) y en febrero de 2024 en Badalona causando la muerte de tres ocupantes.
Las imágenes difundidas por la Policía y los bomberos (algunas de ellas realizadas con drones, así como las existentes en la página web de la empresa promotora de la obra), permiten identificar perfectamente la estructura. Ha colapsado un único paño de 45 m2 de forjado (el 7º forjado, de cubierta y techo del 5º piso), en vertical, desde la cubierta hasta el terreno en el sótano. Es el mismo tipo de colapso de forjados "de arriba a abajo, en cadena" que sucedió en Madrid en septiembre de 2018 causando la muerte de un trabajador (obras del hotel Ritz) y en febrero de 2024 en Badalona causando la muerte de tres ocupantes.
IMAGEN DEL COLAPSO DESDE LA CUBIERTA HACIA ABAJO.
Estructura principal:
- Muros de fábrica de ladrillo cerámico perforado "tipo gafas" (característicos de los años 40-60) en la fachada y paredes colindantes perimetrales, con zunchos o encadenados en la unión con los pisos.
- Pilares de hormigón armado formando pórticos con vigas de hormigón armado de gran canto. Algunos de los nudos pilar-viga aparecen "acartelados". Hay imágenes de su estado.
Esta estructura principal no ha sufrido ningún colapso, manteniéndose en pie tras el importante hundimiento producido. En el momento de la construcción original de este edificio estaba en vigor la Instrucción EH-44 (aprobada por O.M. de 23 de marzo de 1944, que no contemplaba los forjados). Dos años después se aprobó la Instrucción EH-68 (D. 2987/1968, de 20 de septiembre, “Instrucción para el Proyecto y la Ejecución de Obras de Hormigón en masa o armado”), que era de aplicación voluntaria y seguía sin contemplar los forjados de piso.
ESTRUCTURA PRINCIPAL DE VIGAS Y PILARES DE HORMIGÓN ARMADO.
FORJADOS DE PISO CON MENOR FIABILIDAD ESTRUCTURAL QUE LA ESTRUCTURA PRINCIPAL (COMÚN EN ESTA ÉPOCA DE CONSTRUCCIÓN).
- Realizada con viguetas de hormigón precomprimidas (precursoras de las actuales "pretensadas") de perfil "doble T", conocidas como Viguetas Castilla, de 20 cm de canto.
- Entrevigado de bovedillas tabicadas de ladrillo hueco sencillo, mal llamadas "a la catalana" con capa de hormigón/mortero superior hasta enrasar con el ala superior de las viguetas. Por la fecha de terminación de la construcción (1965) se sabe que a este forjado no le pudo ser de aplicación el Decreto 124/1966 sobre "fabricación y empleo de elementos resistentes para pisos y cubiertas", que hizo obligatoria la existencia de Autorizaciones de Uso para la fabricación de estos materiales.
VIGUETA PRECOMPRIMIDA TIPO "CASTILLA". FUENTE: EMERGENCIAS.
RESTOS DEL ENTREVIGADO DE LADRILLO. FUENTE: EMERGENCIAS.
ASPECTO DE UNA PLANTA UNA VEZ DESPROVISTA DEL SOLADO OBSÉRVENSE LAS JÁCENAS Y VIGUETAS POR LA PARTE SUPERIOR, SIN CAPA DE COMPRESIÓN CONTINUA.
Se sabe que en el momento del colapso:
- Se estaba empleando la cubierta del edificio como zona de acopio de material de obra (que fue desalojado por los bomberos en las primeras horas tras el siniestro).
- Existían construcciones preexistentes realizadas sin control sobre la planta de la cubierta (el edificio contaba con una planta 7ª añadida de manera anómala sobre el último forjado).
- Existían escombros acumulados en los pisos superiores (no en los inferiores que se encontraban limpios).
- Las plantas habían sido desprovistas ya de tabiques. Los tabiques, en principio pejudiciales por su carga, también hacen un efecto favorable de "apuntalamiento" impidiendo colapsos como el que ha sucedido.
- Y en al menos alguna de las plantas y zonas (aunque no en la zona siniestrada) se estaba realizando una capa de hormigón-mortero continuo sobre el forjado (que añade peso).
Forma de colapso: una vez colapsado el último forjado se inició la caída de este hacia las plantas inferiores que una a una se han ido rompiendo hasta llegar al terreno, por incapacidad de estos forjados para resistir semejante acción dinámica, rompiéndose la mayoría de las viguetas a esfuerzo cortante (que quedan colgadas por los empotramientos).
"Que el edificio sea antiguo no quiere decir que estuviera mal construido"(sic) es lo que declaró en directo a los medios el jefe de bomberos de Madrid. Efectivamente así es, las normas actuales no son obligatorias "con carácter retroactivo" y esta estructura de los años 60 se ha mantenido en pie dignamente hasta la intervención que se estaba realizando en el momento del colapso.
Concluimos nuestro diagnóstico preliminar con que hay que conocer muy bien las características de las estructuras de los edificios preexistentes para intervenir en ellos adecuadamente, que estamos a punto de olvidar ofuscados por las nuevas tecnologías, los nuevos materiales, los medios automáticos de cálculo, la eficiencia energética, etc. Porque la única Ley que se cumple siempre en la Construcción es la LEY DE LA GRAVEDAD.
LAS IMÁGENES DE EMERGENCIAS MUESTRAN CONSTRUCCIONES PREEXISTENTES CARGANDO DE MANERA ANÓMALA SOBRE EL ÚLTIMO FORJADO (CUBIERTA), AÑADIENDO PESO.


