¿ESTÁ PREVISTA LA "NEVADA DEL SIGLO" EN LOS EDIFICIOS?

Durante las copiosas nevadas que se están produciendo estos días, muchos se preguntan si los edificios están realmente preparados o no para su peso. 

La respuesta es que sí. Pero es interesante explicar por qué sí y descubrir el proceso por el que se proyectan y calculan para ello los edificios en España. Es un proceso que combina el conocimiento geográfico, climático y de la forma y diseño estructural de los edificios. Un bonito ejemplo de adaptación al territorio.

Con la nieve van a fallar muchas cosas en España, comunicaciones, servicios, hasta el posible reparto de vacunas podría fallar, pero podemos estar seguros que la Arquitectura no va a fallar porque todos los casos han sido previstos. Como en España se considera que hay alrededor de 50 millones de edificios, es seguro que alguno colapse, como el ejemplo de la imagen, y saldrá por tanto en los medios de comunicación. Pero no generalicemos y valoremos en su justa medida (porque es difícil hacer 50 millones de cosas y no fallar en alguna). 

EN ESPAÑA, POR CADA EDIFICIO DE PISOS FALLAN DEL ORDEN DE 20 EDIFICIOS DE CUBIERTA (TIPO “NAVE”)
POR LOS EFECTOS METEOROLÓGICOS DE LA NIEVE Y EL VIENTO.

Desde tiempo inmemorial, que los proyectos tienen textos escritos, es posible leer en ellos la evaluación de las acciones previstas, para las que se calcula el edificio: peso propio, sobrecarga de uso, nieve en las cubiertas, viento…. Desde el año 1962 (con la norma denominada MV-101) las cubiertas inclinadas (tejados) y planas (terrazas) se calculan de manera reglada para el peso de la nieve que pudiera caer en ellas. La norma (de ámbito estatal) cambió de nombre en 1988 (por aquello de que la firmaba Franco se le cambió el nombre y poco más) y en 2006 fue sustituida por el vigente DB-SE-AE “Acciones en la Edificación”, del Código Técnico de la Edificación, que modificó muy levemente los valores. 

Si observamos la tabla que asigna las cargas de nieve a tener en cuenta por la estructura, comprobaremos que, por mucha nieve que caiga, aunque sea "la nevada del siglo" nuestras autoridades ya lo han tenido previsto con creces. Ejemplos de capitales de provincia: 

En Madrid, de la que tanto se habla, no sé si por la cantidad de nieve caída, porque las cadenas de televisión hacen la crónica sólo con lo que ven allí, o por otros motivos, la norma prevé 60 Kg de nieve por cada m2 de cubierta (que son 3 metros de nieve recién caída), correspondientes a 660 m de altitud en la zona IV del centro de la meseta. Y “descubrimos” que Madrid está bastante alto sobre el nivel del mar, de hecho es de todas las capitales de provincia más pobladas, la situada a mayor altitud. Aunque no nos hayamos dado cuanta antes, esta es la razón de tanta nieve y tanto frío. 

Las capitales de provincia con más nieve son: Ávila, 1.130 m a la que se asignan 100 kg/m2. Soria, 1.090 m, 90 Kg/m2. Cuenca, 1010 m, 100 kg/m2. Segovia, 1.000 m, 70 Kg/m2 y Teruel, 950 m, 90 Kg. Vemos que la zona de Teruel es considerada "más fría" y a igualdad de altitud se le asigna más nieve, cosa que cuadra con los datos de "récord de temperatura bajo cero" de los informativos.

Ya en Extremadura: 40 kg de nieve por m2 para el núcleo de población de Cáceres, en zona IV y con 440 m de altitud (San Mateo), y 20 kg de nieve para el núcleo de población de Badajoz, también en zona IV pero a menor altitud, 180 m. 

Zonas que están dando problemas de nieve en las carreteras, como La Mancha, están en una de las zonas consideradas más frías (la zona IV) y además toda ella situada en la submeseta Norte, a bastante altitud media, por tanto. 

Es decir, que las normas tienen un sentido que se refleja punto por punto en la cantidad de nieve caída en este principio de 2021. No hay sorpresas. Para obtener tales valores se entra con dos parámetros, la zona climática y la altitud sobre el nivel del mar. 
  • Hay 7 zonas climáticas, desde la zona 1 (zona más fría de la cornisa cantábrica) a la zona 7 de menor probabilidad de nieve, que es la de Canarias. Algún despistado de la LOGSE habrá dicho ¿Canarias? Si, por supuesto. No sólo es normal que nieve en Canarias, sino que, además, como el Teide es el pico más alto de España y nieva con cierta frecuencia, la norma ha previsto 20 kg de nieve por cada m2. 
  • Dentro de cada zona el factor clave es la altitud. Por ejemplo, en la playa de La Concha en San Sebastián, que suele ocupar los medios de comunicación cuando nieva, se prevén 40 Kg de nieve (2 m de altura de nieve recién caída) aunque esté al nivel del mar. Es de hecho la zona a cota 0,00 donde la norma asigna más nieve. Y en esa misma zona cantábrica en un emplazamiento que tuviera 1.000 m de altitud, la nieve prevista serían 170 Kg/m2. 

MAPA DEL DB-SE-AE CON LAS ZONAS GEOGRÁFICAS
A EFECTOS DE LA DETERMINACIÓN DE LA CARGA DE NIEVE. 

Una vez que se conoce la carga de nieve que, según norma, corresponde, hay que multiplicar por un coeficiente para considerar si la nieve que cae se queda (casos de cubiertas planas o terrazas, y de pendiente inferior a 30°), o bien si desliza por la pendiente (cubiertas de más de 60°), con casos de valores intermedios. Es decir, que si estamos haciendo una estación de esquí en el Pirineo, construyendo una cubierta con pendiente de más de 60º y con pizarra, podemos reducir la carga de nieve, aunque entonces tenemos que asignar ese peso a los sitios a donde la nieve vaya a resbalar (por ejemplo, en una terraza que estuviera debajo). 

Y toda la casuística que podamos imaginar ya está considerada: 
  • La acumulación de la nieve en puntos concretos como limahoyas, petos, etc. 
  • El efecto del viento que podría transportar la nieve recién caída a otros lugares de la estructura. 
  • En edificios fuera de núcleo de población tendremos en cuenta la altitud del emplazamiento, que puede ser muy distinta a la del núcleo urbano. 
  • El peso del carámbano en los aleros y canalones. 
  • El diferente peso de la nieve al deshacerse: Porque en los días siguientes la nieve se deshace antes en los faldones orientados al Sur y las estructuras de cubierta pueden desequilibrarse. 
  • Casi todo. Es un compendio de conocimiento geográfico, constructivo, estructural y de experiencias. 

Por cierto que un amigo geógrafo me ha explicado que en su ciudad, a la que por zona y altitud no le corresponde demasiada carga de nieve, es sin embargo un problema el "carámbano" que se produce por la humedad ambiental que le aporta su importante río y el fenómeno de la “inversión térmica” durante la noche. Bueno es saberlo, porque, efectivamente, la formación del carámbano no tiene sólo que ver con la nieve, puede producirse también carámbano por las heladas con este fenómeno. Para nota, porque la norma sólo tiene en cuenta el carámbano en los aleros para altitudes de más de 1.000 m y la inversión térmica hace que se pueda producir a menor altitud. 

¿Y es mucha la carga de nieve para la estructura del edificio?

Pues puede llegar a ser determinante en algunos casos. Habría que distinguir entre los edificios que tienen forjados de cubierta y los que no lo tienen. 

Los primeros son edificios muy pesados y en ellos, la carga máxima de nieve prevista puede suponer un incremento de peso promedio del orden de un 3% en la estructura de la cubierta, que es despreciable en la mayoría de los casos frente a otras situaciones de la vida del edificio. 

Sin embargo, en edificios ligeros, como naves industriales, pabellones deportivos, grandes salones de actos, gasolineras, pistas de pádel cubiertas con lonas, invernaderos, aparcamientos cubiertos de chapa, etc, el peso de la nieve puede llegar a ser hasta el 50% del peso total de la estructura de cubierta. En estos casos sí es determinante y, si se produce una fuerte nevada y el edificio no fue previsto para ello, probablemente colapsará. Son esos casos que veremos en los informativos los próximos días y que esperemos no se saquen de contexto. 

Una vez efectuados los cálculos de acciones, las estructuras se calcularán para un 35% más de nieve ¿por qué?. Por si acaso. Es el denominado “coeficiente de seguridad”, que "mayora" las acciones estadísticas.

En un país como España, donde la única ley que se cumple siempre es la ley de la gravedad y donde los dos únicos oficios para los que no se exige saber nada (basta con tener un DNI) son los de político y contratista de obras (los dos oficios con los que tenemos que tratar los titulados de Edificación) es casi un milagro que los edificios sean tan seguros. Porque España, en cuanto a sus construcciones, es posiblemente el país más seguro del mundo. Hay años donde se han llegado a terminar decenas de miles de edificios sin un solo colapso estructural. Y eso tiene mérito. 

Se lo debemos a la profesionalidad de los arquitectos y arquitectos técnicos, que proyectan y dirigen el proceso edificatorio, a los colegios oficiales (que con su visado verifican la corrección documental) y muy especialmente al control de las licencias que efectúan los Ayuntamientos, algunos muy pequeños, casi sin medios, en zonas rurales, en las que nieva como lo está haciendo ahora.


Cáceres, 10 de enero de 2021 

José-Carlos Salcedo Hernández.
Profesor de Estructuras de Edificación.
Universidad de Extremadura.